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Tuesday, January 26, 2010

El Post Perdido de Gajo Nation


Aviso: Si tienen vagancia pa’ leer, pueden saltar la introducción que de todos modos es tan mierda como, o más que, el mismo post.

Saludos a mis queridos gajolines y gajolinas y a los que no me conocen. Disculpen mi desaparición, pero como ya saben tuve que salir corriendo como un negro huyéndole al baño, con el rabo entre las patas por motivos personales y privados. (Digo “privados” asumiendo que no leyeron mi llantén de nena chiquita en el foro y como los cibercacos se burlaron de mi obeso trasero bloguístico.) En fin, he estado escondido por ahí, apartado de la blogósfera en general porque, por lo visto, yo no fui el único que se rajó.

En estos últimos meses he padecido de depresión, típica de los feos fracasados, la cual he estado tratando con copiosas porciones de Häagen-Dasz y Ben & Jerry’s. Pero, como Nerdote se ha pasa’o jodiendo en las últimas semanas pa’ que escribiera algo para Arroz con Ñema (que es lo único que se me ve; quedé en mandarle el tronco después del bypass) y como soy tan caritativo, y porque sería lo más cercano que he llegado a hacer ejercicios en los últimos meses, sin ser con la quijada, pues cedí a los pedidos de mi amigo Nerdote y aquí les va un post de los que planeaba escribir para el difunto blog de Gajo Nation (que en verdad era una mierda, pero era MI mierda).

Y ya que les he hablado demasiada mierda en esta introducción, pues de eso mismo se va a tratar el blog. Sí, ya sé que el plato principal de Gajo Nation era el odio, pero eso como que no va en este alegre blog. Espero que les guste el post. Metan.

-Gajo


Manual Práctico del Cagón Viajero

Este post va dirigido exclusivamente a los hombres ya que las mujeres no cagan.

Como cagón profesional, he tenido la oportunidad de cagar en distintos lugares, desde el Marshall’s de Cayey hasta el Museo del Louvre (sí, ese mismo, la casa de la Mona Lisa). Una vez en menos de 24 horas cagué en Savannah, Atlanta, Nueva York y París. En toda mi vida sólo he estado menos de 3 horas en el estado de Wisconsin y ya he cagado 2 veces allí. Como ven, Gajo ha dejado sus huellas en el mapa (y una de ellas parecía un palitroque porque había comido mucho ajonjolí).

Hace años atrás yo le tenía pánico a ir al baño público. Si tenía que cagar en la escuela yo decía que me sentía mal para que me vinieran a buscar de mi casa para así poder desahogar mis entrañas en un lugar donde si me sentía cómodo. Pero todo eso cambió en mi año de prepa en la universidad cuando me pusieron en el único dormitorio donde los baños eran compartidos con todo el piso. Después de eso, no lo pensaba dos veces a la hora de aliviar el vientre en un baño público. A pesar de que ser un cagón “on the go” no siempre es una tarea fácil, hay formas de hacer la experiencia de evacuar en un baño público más cómoda y placentera y aquí les dejo algunos consejos para que optimicen esa actividad de provecho.

1. Creando un Ambiente de Privacidad:

Si eres, como yo, de esos que no mean en los urinales, y se tienen que meter en los casilleros de inodoro y cerrar la puerta, entonces te gusta tener un poco de privacidad a la hora de castigar la porcelana. Si estás en un lugar donde hay muchos baños, busca el que tenga menos movimiento, (los centros comerciales son ideales a la hora de la apertura). A la hora de escoger el casillero, busca el más lejos que esté de la puerta, preferiblemente el de los impedidos ya que tienes menos probabilidades de que te liguen por la ranura de la puerta (total, ellos no necesitan el casillero; pa’ eso usan pampers). Los casilleros de impedidos también tienden a ser más grandes y son más cómodos. Eviten los baños apretados en general, como el del Mesón del Mayagüez Mall que es tan apretado que uno tiene que sentarse de la’o porque las rodillas le chocan con la pared, y una vez, al voltearme, sin querer convertí el papel de inodoro usado que tenía en la mano en un pincel y dejé mi firma en la pared.

La ranura es uno de los puntos más vulnerables del casillero, ya que alguien te puede ligar fácilmente por ahí, especialmente los chinos que tienen los ojos ninjas para poder espiar por aperturas angostas (como el cabrón que me ligó mientras me limpiaba el culo, en el China Town de Chicago, y luego me dijo que era pa’ ver si había papel). Si el inodoro está muy cerca de la ranura de la puerta siempre la puedes tapar con papel de inodoro o con una chaqueta, si llevas una puesta.

A pesar de que puede parecer una mejor alternativa para la privacidad, evita los baños donde la puerta cierra completamente y no te ven los pies. A primera instancia puede parecer un lugar privado pero, cuando la manigueta tiene seguro, la gente automáticamente asume que el baño está cerrado con seguro pero sin nadie adentro. Entonces toca la puerta y uno tiene que gritar que hay alguien. Yo no sé ustedes pero a mí no me gusta hablar con desconocidos mientras tengo a la marmota asomándose de su madriguera. Peor aún, les puede pasar como me pasó en un gasolinera en Macon, Georgia donde unos desespera’os llamaron a un empleado pa’ abrir el baño y me cogieron con la mano hasta home limpiándome la retaguardia. (Las cosas que le pasan a un feo, ¿no?)

También les recomiendo que eviten cagar en un avión a la hora de aterrizar porque el cabrón azafato no te va a dejar de tocar la puerta - ¡como si yo tuviera culpa de que mi cargamento decidió salir a esa hora! De todas formas, si a la larga alguien los liga, piensen que nunca van a tener que ver a esa persona otra vez.

2. Higiene al Sentarse

Esta se cae de la mata, pero no está demás mencionarla. Ustedes no saben quién carajos ha pegado las nolas en el asiento o, peor aún, ¡las bolas! Así que no olviden poner el forrito que tienen en algunos baños, o por lo menos papel de inodoro. De hecho, les aconsejo que pongan una hojita de papel en la parte de al frente del asiento, pero hacia dentro del toilet, pa’ que maceto no toque la porcelana, o en el peor caso, el agua donde otros cagan y mean. Mejor aún, agárrense el morrongo con una mano y se evitarán problemas como una infección urinaria, que siempre es más triste cuando se le pega a uno indirectamente de otro macho (como me pasó a mí en la universidad – les digo, a los feos nos pasan unas cosas...)

Por otro lado, siempre pueden tratar de agacharse sin tocar el asiento, siempre y cuando tengan buena puntería. A pesar de que corren el riesgo de que les salpique el agua, es un buen ejercicio que fortalece las piernas y el abdomen. Deberían incluir esa posición en el próximo juego de ejercicios pa’l Wii: Wii Defecate.

3. A la Hora de Limpiarse

Si se preguntaron cómo iban a enrollar el papel de inodoro con una mano en el simiñoco, aquí va la respuesta. Tienen 3 opciones. La primera es enrollar el papel antes de sentarse a soltar a Mandela. Lo malo es que uno no siempre sabe cuántas veces se tiene que pasar el papel. La segunda opción es ponerse de pie pa’ tener las dos manos libres pero se arriesgan a que alguien les vea el cigüeñal o el cucú, depende de pa’ donde estén mirando. La tercera alternativa es enrollar el papel con una mano. Con un poco de práctica, esta alternativa es ideal. La idea es arrancar una franja bastante larga de papel de inodoro e ir doblándola por la mitad repetidas veces sobre el muslo hasta que esté del tamaño ideal para limpiarse la furraspa. Doblar el papel de esta forma es más eficiente que enrollarlo en la mano porque te da una “pasadita” extra. (Es un poco difícil explicarlo pero inténtenlo y verán por qué.)

A falta de papel, siempre pueden usar las medias, pero háganlas rendir. De todas formas el papel es esencial, especialmente en esos momentos en que, por más que uno se limpie, siempre quedan residuos, y uno tiene que ponerse un canto’e papel entre las nolas pa’ no cagarse el calzoncillo. (¿Cuántas veces le habrá pasado eso a Michelle Obama? ¡Ninguna! ¿Por qué? Porque las mujeres no cagan.)

4. Cómo Lavarse las Manos

Yo sé que muchos de ustedes cabrones no hacen esto, así que se los tengo que recordar: ¡LÁVENSE LAS MANOS, COÑO! Con este asunto de la porcina lo menos que necesitamos son pendejos simpáticos saludando a la gente con las manos llenas de residuos de mierda y secreciones webales. Que si se las mearon o no es lo de menos. Total, la orina tiene menos bacterias que las manos después de lavarse con jabón, pero se tocaron el bicho y tal vez el culo así que todos modos están contaminados. Lávense bien, preferiblemente con jabón. Si no se quieren mojar las manos porque no hay papel toalla, siempre se pueden secar de manera disimulada metiéndose las manos en los bolsillos. Si no hay agua, siempre pueden comprar una botellita, chubbs, o aprovechar el pánico de AH1N1 ya que ahora hay hand sanitizer en cada esquina. Si no, saluden a la gente de lejitos.

Bueno, eso es todo por hoy, espero que hayan aprendido algo que les sea de provecho. Si ya lo sabían y sólo les hice perder el tiempo pues… qué carajos, si están leyendo blogs es que tienen tiempo pa’ echar a perder.






About The Author

Gajonauta tenía un blog. Se llamaba GAJO NATION. Pero ajá, ya no lo tiene. Tampoco tiene FaceBook, ni Twitter ni un carajo. Gajonauta es negro.

Tuesday, March 17, 2009

¡Arranca pal' carajo puñeta!


Estábamos bellaquiando bien brutal. No la podíamos bregar con la intensidad del momento. Entonces viene la cabrona, y en tono de seducción, me pregunta: ¿Te puedo toquetiar el ano? Yo me puse medio serio pero le contesté "claro que sí, jodia pendeja". Entonces me apresuré y me cagué encima. Otra victoria para los libros.