Cuando yo era chiquito, los Ninja Turtles eran todo para mi y mis panitas. De que nos íbamos en unos viajes cabrones. Convencidos de que éramos unas tortugas que combatían el crimen. Yo siempre hacía de Donatello, Chuito de Leonardo y los gemelos Rivera hacían de Michaelangelo y Raphael. Esos dos cabrones hoy están presos y cogiendo pol' culo a to' lo que da. O por lo menos eso me dijo la mai cuando me la encontré en Plaza.
Anyways; volviendo a nuestro super viaje de ser las Tortugas Ninja-
A veces nos metíamos en las alcantarillas a caminar por ahí como lo hacían nuestros héroes ficticios. Janguiando en la cloaca. Entre cucarachas, telarañas y ratas. Eso sí, las ratas tripiaban porque hacían el papel de Splinter, el sensei de las tortugas.
Por casa había un nene impedido. Se llamaba Alfredo y él siempre hacía de Krang. El villano que nadie nunca quería ser. Pero ajá, Krang vivía como en una plataforma que se movía por él sou el rol le quedaba perfecto a Alfredo. Pero el muy cabrón hasta se quejaba.
A todas estas el pobre Alfredito seguía tirau' en la quebrada con la silla de ruedas hecha pedazos.