Cuando yo era chiquito.

Estoy casi seguro de que esto pasó un verano. ¿O fue navidá? La verdá es que no me recuerdo bien.

Llevaba todo el día jugando. Estábamos to' los nenes de la calle jugando rescate. O pillo policía. No me recuerdo bien. El punto es que estábamos super chilling. Hasta que llegó la cabrona esta.

Recuérdate. Esto es pa' la época en tu vida cuando todo se rige por "los nenes con los nenes y las nenas con las nenas".

Viviana era la única nena en la calle y lo que quería era estar jugando a papá y mamá to' el día. O doctor y enfermera. No me recuerdo bien. Una vez hasta me comió el cerebro pa' que le enseñe el culo. El punto es que siempre quería joderlo to' y conventir a to' el mundo en una nenita que quiere jugar a maquillarse y a enseñar el culo.

De repente, la cabrona esta pega a perseguirme por todo el parque para darme besos y decirle a to' el mundo que yo era su esposo. To' los otros nenes riéndose y pasándola cabrón. Excepto yo.

Mirando hacia atrás, creo que aquella fue la única vez que Viviana hizo que alguien la pasara bien. Aunque fíjate, la vez del culo, la mamá de ella estaba y pa' mi que la mamá disfrutó de verme el culo. Lo sé porque me dio una nalgadita y to'. Anyways, volviendo a ella persiguiéndome y diciendo que eramos esposos; Ni pal' carajo iba yo a dejar que esta tipeta se me acercara pa' un carajo. ¡Puñeta! Así es como uno se jode to'. Primero cedes pa' esa mierda y después estás con un delantal rosita cocinando un pavo y enseñándoleL culo a la nena y a su mai. CágateN tu madre.

Pues en esas estaba. Corriendo como puta. Corrí hacia donde único sabía que esta cabrona no me iba a joder. Pa' mi propia casa y que se chave.

Logré entrar a tiempo. Hasta le cerré la puerta en la cara JAJA! Mientra la escuchaba quejándose al otro lado de la puerta, reí. Ella no podía hacer un bicho y eso me hizo sentir super bien. Después de un ratito de gemidos y quejas, Viviana se cayó la boca y yo también. "Se fue pal' carajo yeah."

Así mismo, caminé al sofá y prendí la tele. Me puse a ver a Pacheco. O al Tío Nobel. No me recuerdo bien. Como al minuto sentí como dos manos taparon mi vista. No fue con fuerza ni con intención de hacerme daño, era como jugando, pa' que me pusiera a adivinar quién yo creía que era. La contestación era obvia. Sentía hasta las vibraciones de alguien luchando por no reirse. "Es esta pendeja de seguro", pensé. "De seguro entró por la puerta de atrás, 'ñeta".

Con la voz más chillona e identificable que te puedes imaginar, escuché "¿a que no adivinas quién es?" Pensé "fucking Viviana me cago en ti y en tu fucking madre so pendeja". También decidí no tratar de safarme. Eso es precísamente lo que la cabrona esta quería y a mi no me interesaba complacerla ni un carajo.

Pasaron como diez o veinte segundos. No me recuerdo bien. La cosa es que la cabrona se calló la boca y como que se acomodó de una manera en la cual sentí que se puso bien cómoda. Hasta recostó sus codos en mis hombros. Bieen chiling la muy cabrona. Como pa no soltarme nunca.

Ahí como que me paniquié un poco. Me tenía que defender con algo. Así mismo agarré lo único que tenía a mi alcance, el control de la tele. Empecé a tirar como pa' darle en la cara. La idea es que ella me soltara pal' carajo para evitar que yo le diera un cantazo. Yo estaba tirando con todas mis fuerzas. El fin era obligarla a ella a que se aleje de mi cuerpo.

Mientras tiraba hacia atrás, me percaté de que tenía los ojos cerrados. Los abrí por un instante y me dió asco sentir las palmas de Viviana tan cerca a ellos. Los volví a cerrar con más fuerza y me concentré en impactar la cara de mi atacante. Mientras le tiraba, sentía como se movía y se esquivaba los cantazos. Pero en una, conecté. Bien duro. Quizá demasiau'.

Justo cuando impacté su cara, Viviana me soltó. Pero no quedándose callada ni un carajo. Mi atacante estaba gritando como si no hubiese un mañana. Medio confundido, me levanté y me alejé. En verdá lo que quería era alejarme de la gritería. Viviana sonaba como si alguien le hubiese apuñalau la barriga o algo.

Cuando me voltié a ver qué carajo pasaba y porqué la gritería, vi como Viviana se tapaba la cara con las dos manos. Sangre corría por todo su brazo y dripiaba en el codo. Tapaba todo el lado derecho de su cara. Juzgando por las venas en sus manos, pude observar que se apretaba con fuerza. La sangre ya corría por su cachete y entraba a la boca. Todo mientras gritaba duro con cojones. Sentí una desesperación como la que siento cuando pega a sonar la alarma de mi carro y no encuentro cómo carajo apagarla. Había urgencia por ayudarla pa' que se callara la boca.
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Con cautela, me le acerqué a Viviana. Antes de hacer cualquier cosa, le pedí que me mostrara su cara. No me contestó ni me hizo caso, seguía gritando "a to' jendel" sin moverse. Reaccionando y como por instinto, agarré los brazos de Viviana e intenté separarlos de su cara. "A las malas" como hubiese dicho mami. En mi mente, para ayudar, primero tenía que ver la herida. Ella, en cambio, tenía otros planes: seguir gritando y taparse la herida con una fuerza cabrona. Forcejeamos un ratito hasta que la cabrona dijo, con voz de Batman encojonau' "¡NENE! ¡No me atrevo a soltarme nene! Si me suelto se me deshace la cara neneee", al terminar, continuó con la gritería.

Decidí prender el televisor y subir el volumen a to' fuete. Aunque estaba seguro que de afuera se escuchaba la gritería, me dió paz mental saber que ahora se confundía con Pacheco pidiendo "ayuda celestial" en el mejor programa de mi niñez: "Contra el Reloj".

Proseguí por tratar de taparle la boca a Viviana. ¡Necesitaba silencio puñeta! Eso fue medio asqueroso porque ya ella estaba toa' cundía de sangre y los gritos estaban comenzando a mezclarse con gargaras. Uy. Parece que la sangre había llegado a su garganta o algo porque entre un grito y otro, se escuchaba como se ahogaba un poco con la sangre. Uy.

De repente comenzó a toser nasty. Parece que se ahogó con su propia sangre o algo. La tos se hizo tan intensa que Viviana hasta soltó una mano de su cara pa' taparse la boca y to'. En aquel momento, me sorprendió que esta cabrona se preocupara por taparse al toser. A mi me hubiese importau' un bicho en verdá. Sus modales nunca le fallaron.

A medida que Viviana seguía tosiendo, podía ver como más sangre salía disparada de su cara. Parece que la fuerza que hacía al toser, resultaba en montos de sangre saliendo de su herida con fuerza. Como si una vávula se abriese mientras ella tosía. En una, Viviana se dió por vencida y se soltó la cara.

Lo que vi era mucho peor de lo que imaginaba. Gracias al cagaero de sangre, la herida no estaba tan expuesta, pero al acercarme me percaté del problema. El ojo, o lo que quedaba de él, parecía un huevo duro partío. Todavía Viviana tosía y cada vez, más y más sangre brotaba alrededor de lo que quedaba del ojo.

Me quedé como hipnotizado. Lo que podía apreciar del ojo parecía un pedazo de madera roto. Osea, no estaba lizo, más bien era una ruptura irregular. Fó, no puedo ni explicarlo. Estaba tan y tan fíjamente mirando la herida que no me había percatado de que yo mismo estaba gritando en pánico. Además de mis gritos, Viviana estaba disfrutando de un ataque de tos y Pacheco estaba en la tele hablando mierda como siempre.

La escena estaba lévemente caótica y el caos tenía su protagonista. Viviana con su cagaero de sangre y su tos alborotosa. Ya se le podía ver una vena en su frente, bien brotá. Me estaba haciendo señas con sus pulgares, apuntándose su espalda.

Inhalé profundamente y logré callarme la jodia boca. También logré tranquilizarme un poco. "Vamos a resolver esto, ahora", pensé. Lo primero que tenía que solucionar era la tos de la pobre Viviana. Comencé a darle cantazos en la espalda.

Viviana se veía desesperaíta ya. Por mi madre que estaba medio azul y to'. Me desesperé más e intensifiqué los cantazos en su espalda. Le estaba dando puños básicamente. Después de como 5 azotes, Viviana no dio pa' más. Así mismo se calló al piso sin decir nada. Calladita la cabrona. A esa temprana edad pude deducir que la cabrona estaba muerta, la había matado a puño limpio.

Una vez Viviana estaba muerta, fue que pude recapacitar y fijarme en mis alrededores. El sofá estaba hecho mierda. No era nuevo ni nada por el estilo, al contrario, ese sofá llevaba en casa toda mi vida, pero hacía tan solo meses que mami le había quitado los plásticos. Ahora, el sofá estaba cubierto de sangre. Había una alfombrita (blanca) entre el sofá y la pared que parecía un tampón reciclau'. El piso era un charquero de sangre y la bocina del televisor se había volau' (Pacheco cágateN tu crico).

Estaba en una situación complicada y mi meta era salir airoso. Me puse a recoger. La evidencia tenía que desaparecer de la faz del planeta. Agarré la alfombra, salí al patio y la tiré pal' otro lau' de la verja. Para el patio perteneciente a la casa de la difunta Jaja! Sí, Viviana era mi vecina de al lado. Por fin esta pesadilla había terminado. Volví a entrar. Cogí los cojines y los voltié pal' carajo. Encontré pesetas y vellones en el sofá, triunfo. En el piso puse par de periódicos pa' que absorban toda la sangre. Como si fuese meau' de perro. Hubiese usado papel toalla, pero mami cuenta las lascas y me regaña cuando "se me va la mano (usando el papel toalla)".

Un amigo me ayudaría a deshacerme del cuerpo. El próximo paso era buscar a Chuito, un amigo.

Rodé a Viviana para el área de los periódicos, encimita de los clasificados, y salí a casa de Chuito. Llegué como en 15 minutos y le expliqué a Chuito por encimita. El cabrón estaba mamando porque "matar a alguien a puños no es fácil".

Llegando a casa, nos percatamos de que Marta (mi babysitter pa' esa época) se nos había adelantado. Vimos sus zapatos afuera de la puerta. Marta decía que esa manía era de los chinos, y que ella "en otra vida había sido china", whatever. En verdá ella los ponía afuera para que Rubén sepa en qué casa ella estaba. Rubén vivía en la calle de arriba y era mayor que nosotros. Tenía carro y se pasaba rondando las calles. Le decíamos "el guardia" de tanta vuelta que daba. Anyways, cuando él veía los zapatos de Marta frente a una casa, Rubén tocaba en la puerta y ajá, se la clavaba. Chuito un día los mangó metiendo mano en su casa y to'.

Anyways, vimos los zapatos y Chuito los agarró. Chuito dijo que "dejarlos afuera es invitar más hormigas al criquero".

Estábamos determinados a bregar con la situación. Comprometidos con enfrentar a Marta. Pero el momentum que teníamos al entrar fue detenido. Marta estaba haciendo pancakes. Al parecer todavía no se había percatado de que había un cadáver detrás del sofá.

"¿Desean pancakes muchachos?" Preguntó amablemente.

"Marta, maté a Viviana y no sé que hacer con su cuerpo. Caliéntame el sirop en el microonda que tu sabes que a mi me gusta calientito dale."

Lo que pasó justo después de eso no lo recuerdo bien. Recuerdo que mi niñera se asomó y vio a Viviana. Reaccionó dándome un puño en la boca. Ahí creo que fue que perdí la conciencia como por 5 minutos. Cuando desperté ya Marta se había ido pal' carajo. Eso fue medio bueno porque de seguro estaba to' encojoná y explicarle iba a ser una chavienda cabrona.

Chuito estaba en la mesa comiendo pancakes pero con el sirop directo del pote.
"Marta siempre me calienta el sirop. Ella me quiere a mi más que a ti." Le dije a Chuito sonriendo.

Con la boca llena, Chuito habló:
"Tu babysitter vuelve a las 8. Me dijo que te dijera que hagamos to' esto desaparecer antes de que ella vuelva y que nunca le menciones lo acontecido hoy. También me dijo que te dijera que hagas la cama. Que no se puede vivir en un chiquero cuando viene visita. Y después me la clavé bien duro. Tiene el crico como un pancake con una ranurita en el medio. Bien mojau."

Chuito siempre jodía con clavársela. Esa parte era embuste, pero todo lo demás no. Teníamos que deshacernos de esta cabrona lo antes posible. Me comí dos pancakes y nos pusimos a trabajar. Chu tomó el control de la situación.

La primera tarea era limpiar el "cagaero de periódicos" que rodeaba el cadaver. Mientras hacíamos eso, Chuito empezó a cuestionarme si en verdá había yo matado a Viviana a puños. Me agité rápido. El hecho de que mi mejor amigo dude de mis capacidades me encabrona. Punto. Su argumento en contra de mi hazaña era que Viviana estaba "color azul casi púrpura" lo cual lo llevaba a la conclusión de que ella se había "ahogado" o algo así. Whatever.

"¡Nos salvamos ahora con Sherlock Holmes!"

Me ofendí bien cabrón. Traté de explicarle a Chuito que el color violeta se debía a todos los puños que le metí a Viviana. Inclusive, traté hasta de usar el ejemplo los ojos morau'. Usualmente ocurren por puños en los ojos y eso. "Imagínate entonces ojos moraus en to' el cuerpo cabrón". Cerré explicando que "además, quizá es que todos los muertos se ponen púrpura, así que cállate ya la jodia boca". A Chuito hay que pasmarlo así. Contundentemente.

Cuadramos en llevar a Viviana a su patio y enterrarla allí. El razonamiento para esto era que "las autoridades nunca buscan el cadaver en la casa donde vivía, especialmente si la mai se vuelve histérica diciendo que su hija se perdió".

Arrastramos el cadaver pa' afuera y, después de mucho esfuerzo, logramos tirarlo por encima de la verja. Cayó de cabeza la cabrona. Eso me hizo sentir bien porque pensé que si no la hubiese matau' anteriormente, aquí se hubiese matau' de seguro. De que se escuchó un "craack" cuando impactó el piso y to'.

Tiramos un pico y una pala y brincamos nosotros. Nos pusimos a cavar. Yo le estaba metiendo a la pala y Chuito al pico. Como al quinto swing, Chuito parece que le dió a una tubería o algo porque empezó a salir agua con cojones. Del piso. Por lo menos era limpia y no tenía mojones. ¡Aquello si que hubiese sido un mojón, literalmente!

Teníamos que sellar la avería antes de enterrar a Viviana. Decidí brincar pa' tras pa' mi casa y buscar "caulken" pa cellar el boquete. Mami usaba eso pa' todos los inventos de casa y estaba bastante seguro que funcionaría para el criquero que nos enfrentaba. Chuito me gritó algo pero piché, esto no podía esperar. Entré a casa y corrí hacia el cuarto de mami, allí estaba el caulken. Cuando abrí la puerta, algo me sorprendió.

Marta estaba amarrada en una silla, con una media en la boca. Parecía una escena de película.Tenía la cara toda roja, como si llevase buen rato llorando. Fui directo a su auxilio, llorando como un pendejo yo también. Empecé a soltarle la soga que sostenía la media en su boca. Mientras hacía esto, Marta hizo un gruñido que me alarmó. Por alguna razón, no me preguntes por qué, me dió por moverme repentínamente hacia mi derecha.

Justo en ese momento el pico impactó el tope de la cabeza de marta. Creo que murió instantaneamente. El pico aquel penetró como medio pie de profundidad. Para mi sorpresa, no salió nada de sangre. Parece que la herida fue tan perfecta que estaba sellaíta en los bordes. Cuando me viré, observé como Chuito se tapaba la boca como diciendo "ooops cabrón".

"Yo lo que quería era soltarle la soga con el pico, fue que fallé un poco. No es que te quería dar a ti. Tampoco estaba ella amarrá pa' yo clavármela ni nada asi. Na' que ver. Sorry loco." Dijo Chuito con un poco de tristeza en sus ojos.


Le creí. "Los amigos que hablan claro, son los que perduran toda una vida", eso lo dijo Tom Hanks creo. Sin titubear, busqué el caulken y salí corriendo al boquete. Había que avanzar, la noche caería pronto y ajá, bregar con hoyos y muertos durante la noche como que no era.

Le sometí con el caulken a la avería y efectivamente, funcionó bien cabrón. En eso llegó Chuito con el segundo cadaver del día. Teníamos que agrandar el boquete. Con el pico que permanecía en el cráneo de mi babysitter. Por joder, patié el palo del pico. No se salió de la primera patada pero cuando se salió (como a la tercera), vino acompañado de sangre con cojones. Pa' colmo era la sangre más prieta que jamás vi.

Anyways, nos pusimos a cavar y en una hora ya habíamos terminado. Boquete hecho, cadaveres depositados, boquete tapado. Hasta nos recordamos de ponerle los zapatos pa' tras a Marta. Triunfo.

Desde ese día en adelante, Chuito y yo hemos sido los mejores amigos.

* * *

Algo en el comportamiento de Doña Victoria (la mamá de Viviana), levantó sospecha en las autoridades. Cuando ella salía en la tele y en la radio pidiendo información sobre su hija, ella nunca lloraba. Después salió a la luz pública que Doña Victoria pretendía proyectar valentía al no llorar por su hija y por eso es que mantenía esa "fachada" corporal. La cosa es que como la gente aquí está en un viaje cabrón, llegaron a la conclusión de que "DoñaVictoria está loca, a mi me parece bastante obvio el hecho que esta cabrona mató a su hija". El pueblo clamó por que se "haga justicia con esta madre quien seguramente era la responsable por la desaparición de su hija".

Nadie había extrañado a la pobre Marta. Ella vivía sola y creo que su familia estaban tos' en Florida. Mami estaba "encantada" de que Marta se haya ido temprano de casa porque no le tuvo que pagar. Me imagino que otras mamás quizá la llamaron pa' que cuide a sus hijos pero whatever, siempre aparecen otras nenas pa' ese tipo de trabajo. Dato curioso: Marta cuidaba hasta a la misma Viviana. Como babysitter, siempre tuvo una reputación excepcional. Como ser humano, a nadie le importaba un bicho. Imagínate si era irrelevante que cuando se encontró su cuerpo, además de aparecer como un bono (osea que nadie ni se había percatado de que esta cabrona estaba perdía), mi mamá nunca realizó que su último trabajo fue el de cuidarme a mi. Osea, la cabrona ni se preocupó en hacer la matemática de contar los días hacia atrás y caer en cuenta de que, efectivamente, había estado en casa.

Tampoco es como si la cantidad de días fuese astronómica. Los cadáveres fueron hallados diez días después de que los matamos/enterramos.

Gracias a la presión por el pueblo de Puerto Rico, a los diez días, la policía se metió en casa de Doña Victoria. Allí, encontraron un cuarto entero dedicado a una enfermiza adicción: ¡La cabrona había sido una pedófila de closet! Tenía las paredes forradas con fotos de culos infantiles. Culitos de los amiguitos de su hija. Exacto. Uy.

Aparentemente, ser un pedófilo en Puerto Rico automáticamente te hace culpable de asesinato también. Lo sé porque eso fue exactamente lo que pasó con Doña Victoria. Esa cabrona está presa todavía pero qué carajo, ¿quién le manda a estar gozando de culos infantiles?

Como al minuto del batallón de policías descubrir aquel cuarto, algunos salieron a fumarse un cigarrillo a su patio ¿y adivina qué encontraron? ¡La cabrona alfombra de casa! Toa cundía de sangre marrón (por el calor y eso). Así mismo se pusieron a escavar y encontraron los dos cadaveres. Ooops.

* * *

Ya de grande, discutí con Chuito sobre los acontecimientos que se llevaron a cabo mientras estuve inconsciente aquel día. Le dije que "continuaremos siendo los mejores amigos del universo, no importa qué me confieses". Chuito admitió haber amarrado a Marta. Pero su acción estaba bien justificada. Chuito lo había hecho para castigarla, recuérdate que Marta me noquió con un puño, Chuito lo que hizo fue meramente pa' enviarle un mensaje: "No jodas con Nerdote." Eso sí, siempre Chuito es bien insistente con el hecho de que él "para nada tenía planes de clavársela".

Y si te estás preguntando sobre el sofá, estamos igual. Yo creo que se tapizaron y nunca se cuestionó el porqué de las manchas. En casa habían goteras en todas partes, quizá mami se fue en el viaje de que "eso fueron las goteras". No sé.

Meere.